domingo, 18 de octubre de 2015

Mitologías Comerciales I - La creación del Día de la Madre

Tal vez la consagración oficial del Día de la Madre resulte el caso paradigmático de mercantilización ritual. No sólo porque se trata de una celebración comunitaria que se proyecta a nivel nacional sino también porque demuestra cómo en el proceso de difusión del nuevo rito de consumo, el espíritu religioso, el oportunismo comercial e incluso la cooptación política aparecen curiosamente entrelazados. 
La historia comienza con el impulso militante de Anna Jarvis, una maestra protestante de la ciudad de Grafton en el estado de Virginia occidental que tras la muerte de su madre, el 9 de mayo de 1905, inicia una campaña de prensa dirigida a los principales referentes políticos y religiosos con el fin de consagrar un día especial dedicado al amor, la devoción y al sacrificio maternal. A pesar de este carácter aparentemente inofensivo, el argumento contenía una incipiente denuncia de género sobre el carácter patriarcal del calendario. Todo lo que se recordaba o rememoraba en los Estados Unidos remitía, de alguna u otra manera, a algún tipo de acontecimiento protagonizado por hombres. Esta ausencia de representación femenina en las celebraciones civiles y/o religiosas tal vez resultaba una demanda inocente pero dejaba un espacio abierto por donde podían filtrarse otras consignas mucho más radicales como la igualdad de género o el sufragio de la mujer. La moderación política del gobierno de Wilson y un contexto internacional en franca descomposición promovieron el reconocimiento oficial del día de la Madre para el segundo domingo de mayo de 1914. Su incorporación definitiva al calendario nacional se explica menos, por un rebrote inesperado del sentimiento de piedad, que como válvula de escape ante el avance del sufragismo.
Pero sin lugar a dudas, el elemento que más sorprende del proceso de institucionalización fue su crecimiento repentino y espectacular. En menos de una década, entre la iniciativa de Anna Jarvis y la Primera Guerra Mundial, la celebración del Día de la Madre el segundo domingo de mayo fue convirtiéndose en una parte constitutiva de la cultura popular. Millones de personas iban a participar del más sentimental de todos los eventos, aún cuando el tipo de práctica que fomentaba, difería considerablemente de la idea originaria diseñada por la maestra de Virginia occidental, mucho más orientada a santificar los valores familiares que a compensar los vaivenes del ciclo comercial. 
Si bien en su primera etapa, el movimiento no tuvo demasiada influencia más allá del limitado circuito parroquial, el verdadero salto cualitativo se produjo una vez que los claveles blancos se convirtieron en el símbolo distintivo de la conmemoración. La utilización pionera de Jarvis de las flores preferidas de su madre (Schmidt, 1995, p. 260) despertó el interés pecuniario de la industria de la floricultura, quienes vieron una excelente oportunidad no sólo para mejorar sus niveles ventas sino también para forjar un vínculo sólido entre la nueva festividad y el obsequio floral. Con el cambio de paradigma en los términos de la celebración, el Día de la Madre terminaría convirtiéndose en uno de los principales rituales de consumo. A partir de ese momento, la compra de regalos quedaría para siempre ligada al más profundo vínculo sentimental. 

Referencias


Schmidt, Erich Leigh. Consumer Rites. The Buying & Seelling of American Holidays.  New Jersey: Princeton University Press, 1995.

jueves, 2 de julio de 2015

Invitación a la presentación de mi último libro



Les dejo las notas de Economía y del recuperatorio de ICSE. Recuerden que el final de Economía es el Martes 14 a las 9 hs. y el de ICSE el Jueves 16 a las 9 hs. Las firmas de libretas se realizan en el día del final de la materia correspondiente.

Recuperatorio

Economía - 52115

Economía - 52117

Economía - ISBM

viernes, 5 de junio de 2015

Un día como hoy

Para Animarse A Leer A Keynes

$109,00

Un día como hoy - 5 de junio - 



       "Los personajes que más han contribuido al desarrollo científico de la Economía se encuentran entrelazados por una curiosa historia en común. Como si una larga sucesión de coincidencias marcara el camino en la tradición de la ruptura. Un 5 de junio de 1723 nacía Adam Smith en Kirkcaldy, una pequeña ciudad escocesa cercana a Edimburgo. Las luces de la Ilustración recién comenzaban a encenderse por toda Europa, para quien más tarde iba a convertirse en el precursor de la crítica al sistema mercantil y en el máximo representante de la Economía Política clásica. Ese mismo día, pero 160 años más tarde, llegaba al mundo John Maynard Keynes, el primero de los tres hijos de una respetable familia de Cambridge. En un ambiente intelectual en pleno proceso de transformación donde la atmósfera liberal de la ciudad y la confianza reformista en el progreso chocaban contra los rasgos típicos de tradicionalismo de la reconocida universidad, que para entonces -hacia 1883- constituía el principal reducto del pensamiento ortodoxo. En el mismo año y a unos pocos kilómetros de allí, sepultaban a Karl Marx en el Highgate Cemetery de Londres: moría el crítico más intransigente de la Economía burguesa.
     Las tres grandes revoluciones en la historia del pensamiento económico coinciden con los nombres de Smith, Marx y Keynes. Ningún otro economista ha modificado tan profundamente, la manera de comprender el funcionamiento del capitalismo. Al punto que la Economía como ciencia nació bajo el influjo liberal del siglo XVIII y se desarrolló con el impulso de la crítica marxista en el tercer cuarto decimonónico. La diferencia de la revolución keynesiana es que “no sólo fue limitada sino intensamente conservadora” (Galbraith, 1993: 257). En parte porque mantuvo a salvo la mayoría de los pilares de la doctrina clásica que cuestionaba. Pero fundamentalmente, debido a que su figura quedó asociada con la reconstrucción del capitalismo posterior a la crisis de 1929. La implementación del New Deal americano y el crecimiento financiado con déficit de la Alemania nazi sirvieron como antecedentes prácticos de la teoría. Al fin de cuentas, la intervención del Estado parecía resolver el desempleo crónico y asegurar un crecimiento económico sostenido. La dificultosa tarea de cicatrizar las heridas del capitalismo, convertirá al profesor de Cambridge en el máximo economista del siglo XX."

jueves, 21 de mayo de 2015

La "Tinellización" de la Política




Comparto mi participación en el programa Mil Voces conducido por Roberto Caballero por @CN23 donde debatimos junto a Adriana Amado, Ignacio Ramírez y Eduardo Rinesi sobre Política y Medios.  El debate comienza luego de una entrevista al dirigente Victor De Gennaro a partir del minuto 10:00 aproximadamente.